Robot de demolición BROKK 180

Un robot muy versátil que puede ser adaptado para aportar soluciones específicas en varios sectores: nuclear, minería, cementeras, acerías y fundiciones.

Este modelo es el relevo de los anteriores BROKK 110 y 150, con los que tiene un gran nivel de compatibilidad en implementos.

Poderoso y resistente, ofrece un rendimiento excelente en las situaciones más extremas, rentabilizando las inversiones rápidamente.

Gracias a sus patas estabilizadoras puede trabajar en cualquier superficie, sin importar el ángulo de inclinación o tipo de terreno.

También está disponible con diferentes tipos de orugas y soportes, para adaptarse mejor a cada entorno de trabajo.

Es fácil de transportar por su reducido peso, 1900 Kg, que contrasta con sus grandes prestaciones.



Puede ser elevado con una grua al punto de trabajo, y ser introducido en la obra, puesto que reduce su anchura a 80 cm.

Equipado con martillos puede trabajar en ángulos casi increíbles, incluso desde la parte inferior, evitando desplazamientos.

Al instalar las cizallas es capaz de derruir muros de hormigón armado de gran dureza, y sin necesidad de hacer paradas para reponer combustible, ya que usa alimentación eléctrica.

Esto es una gran ventaja para entornos cerrados, en los que la emisión de gases tóxicos podría ser muy peligrosa.

Además, así se reduce también el nivel de ruidos, permitiendo que las obras se desarrollen sin excesiva contaminación acústica.

Tras realizar una obra recoge los restos y lleva a cabo las tareas de desescombro con los cazos o las bivalvas.

Datos técnicos

• Peso: 1900 kg
• Ancho mínimo: 783 mm
• Alto mínimo: 1342 mm
• Largo mínimo: 2480 mm
• Potencia motor: 18,5 kW
• Peso máx. herramienta: 230 kg
• Alcance máximo: 5 m